La limpieza del barniz de un instrumento

Características del barniz
Si bien todo barniz inhibe la sonoridad, se vuelve un mal necesario para proteger la madera, proporcionando a la vez belleza y personalidad al instrumento.
Debe reunir ciertas propiedades físicas de dureza, flexibilidad, transparencia, adherencia y resistencia mecánica.
Consiste de resinas y colorantes de origen vegetal y animal.
Cada resina tiene diferentes propiedades.
Ninguna resina por sí sola tiene todas las propiedades que requiere un instrumento.
Por ello se prepara una mezcla de varias resinas que, en su conjunto, dan lugar al barniz con las propiedades que el instrumento requiere.
Limpieza

El instrumento sufre con el tiempo un cambio en su aspecto exterior debido a la oxidación y otros cambios en la consistencia del metal, de la madera y de su barniz. Este proceso, lento e imperceptible a corto plazo, es irreversible: no se puede cambiar o eliminar; es un proceso químico. El resultado se denomina pátina.

La pátina también es una capa de materiales que entran en contacto con la superficie de los objetos y se adhieren a ella. Estos materiales existen en el medio ambiente, en el cual también podemos considerar el contacto del ser humano con el instrumento.

En la limpieza del instrumento, el enemigo a eliminar es la mugre. Para esto hay que tomar en cuenta que existe mugre de varios tipos que van a formar distintas capas. Uno de estos tipos consta principalmente de polvo (medio ambiente, brea en los instrumentos de cuerda frotada) y humedad, grasas, ácidos y sales (contenidos en el sudor humano y depositados por el manejo del instrumento). Otro tipo que proviene también del medio ambiente y depende por lo tanto del lugar y del uso que se le da al instrumento, consta de materiales como nicotina, chapopote, ceras, etc.

La limpieza del barniz consta de dos procesos:

1. La limpieza en sí, que retira elementos superficiales, considerados como “mugre”, cuyo propósito es dejar el barniz “desnudo”, es decir el barniz original, al menos en el estado inmediato anterior a su intervención, libre de los elementos extraños que consideramos como suciedad, sin atacar el barniz original con todos sus cambios químicos producidos a lo largo del tiempo de vida del instrumento.

2. La aplicación de una capa, con resinas de dureza menor que la del barniz, llamada “pulimento”, que renueva el brillo o lustre al barniz original. Sobre esta capa, al menos teóricamente, se deposita la nueva mugre en el transcurso del tiempo en que el instrumento está en uso o exposición al medio ambiente, hasta que una nueva intervención de limpieza con solventes retira la capa protectora, sobre la cual se acumuló la mugre, para después volver a aplicar una nueva capa protectora limpia.

Los limpiadores comerciales constan de los dos elementos: solventes y resinas que se aplican al mismo tiempo. Por ello, al usarlos, a la vez remueven la mugre y aplican una capa protectora. Es cierto que, al realizar este procedimiento, el paño o algodón con que se aplica el limpiador comercial se llena de mugre. Pero a la vez deja una parte de la mugre que se mezcla con las resinas del limpiador que servirán como capa protectora del barniz que se está limpiando, distribuyendo esta mugre a lo largo y ancho de la superficie del barniz. Al cabo del tiempo de uso de estos limpiadores comerciales, la capa protectora del limpiador se endurece junto con el residuo de suciedad que permaneció disuelto en el limpiador después de cada aplicación.

La limpieza que realiza el dueño del instrumento es normalmente con el instrumento armado. Por ello es común que no acceda a lugares como debajo de las patas del puente, ni debajo del cordal y el diapasón, incluso tampoco debajo de la barbada. Al cabo de varios años de uso de estos limpiadores, al retirar las cuerdas y el puente que se va a cambiar, se nota, principalmente alrededor de la superficie ocupada por las patas del puente, la acumulación de la resina del limpiador usado, ahora libre de todo solvente y, por lo tanto endurecida, y la suciedad que en él se disolvió: debajo de las patas del puente el barniz quedó como estaba años antes en el momento del ajuste del puente, y a su alrededor comienza una capa de aceptable grosor, notorio a simple vista.

La limpieza del instrumento que deberá ser realizada por el músico sólo puede estar abocada a la capa superficial de mugre que se acumula sobre la superficie del instrumento, limpiando periódicamente o después de cada uso con un paño de franela el polvo de la brea y todo lo que se logre retirar del contacto con las manos, principalmente el sudor.

Se recomienda que el retiro de la mugre acumulada a través de períodos largos se realice sólo por técnicos, ya que el trabajo requiere la utilización de solventes adecuados para cada tipo de barniz que, de no ser realizada con destreza, experiencia y conocimiento, también puede atacar la pátina que le da belleza al instrumento y por lo tanto también el barniz.

Si los violines hablaran…


Museo y memoria: Los objetos cuentan su historia

ICOM México

Mayo 2011

Miguel Zenker

En la Sierra Tarahumara, estado de Chihuahua habitan los rarámuri, comúnmente conocidos como tarahumaras.

Entre los instrumentos que usan, se encuentran violines, raberi para los oriundos, término probablemente relacionado con el rabel, uno de los ancestros del violín actual.

Aunque en nuestro país existen cuatro tipos de violines, denominados como tales de acuerdo a su etnia: la tarahumara, huichol, otomí y chamula, aparte de los rabeles usados en la región potosina de la Huasteca, aquí veremos únicamente los violines rarámuris.

A mis manos llegó un día, hace varios años, uno de estos violines, sin puente ni cuerdas y con sólo una clavija. Más tarde pude constatar en el Museo de Artes Populares, en Coyoacán, que el violín es típico rarámuri. Lo guardé con recelo, un reliquia más entre las muchas que han entrado en mi taller por diversas razones.









La similitud de estos instrumentos con los renacentistas europeos, me fue muy claro desde que regresé a México. Interesado, sin embargo, por causas de mi formación, en los instrumentos “clásicos”, principalmente los de cuerda frotada (violines, violas, violoncellos y contrabajos), permanecí con los clásicos, y no fue sino hasta finales del siglo pasado en Nueva York, cuando fui criticado severamente por un antiguo compañero americano de la escuela a la que asistí en Alemania, de no ocuparme de los instrumentos autóctonos de mi país e insistir en los de orquesta de corte cultural occidental, principalmente en los históricos. Acepté la crítica y comencé con las jaranas, instrumentos de cuerda pulsada, y los rabelitos, instrumentos de cuerda frotada como los violines, en la Huasteca potosina. Mi asombro fue enorme. Al comparar estos instrumentos con los clásicos, reafirmé mi percepción de su similitud con los instrumentos históricos europeos. Y al regresar al violín tarahumara, y compararlo con las imágenes acumuladas de instrumentos europeos, aún más.

El método

Veamos ahora el violín rarámuri o tarahumara, objeto de este estudio, de autor desconocido y fecha seguramente la 2ª mitad del siglo XX. Éste será comparado con sus correspondientes instrumentos europeos históricos, propios de los siglos XVI y XVII. Para esta comparación, se usarán dos ejemplares conservados en estado original e instrumentos representados en material iconográfico.

El primer violín es un violín Piccolo, construido por Girolamo Amati en 1613, en Cremona, Italia, conservado en el National Music Museum, Vermillion, estado de Dakota, EUA.

El segundo es un violín perteneciente a un conjunto de 34 ángeles sujetando instrumentos musicales, de los cuales 26 resultaron ser instrumentos auténticos, el resto de utilería, todos en estado original, ubicados a lo alto en el interior de la Catedral de Freiberg, Sajonia, Alemania, y sujetos por primera vez a procesos de conservación por la Universidad de Leipzig, en una acción que abarcó gran parte de la Catedral en la década pasada. El violín, según data un estudio publicado (Fontana), es “anterior a 1594”, es decir, del siglo XVI, de fabricación alemana y autor incierto, de la misma región.

Para comprender la diferencia entre lo antiguo y lo moderno en los violines, uso un violín de mi autoría, fabricado en el año 2003.

En lo que se refiere a iconografía, utilizo la imagen de un fresco en la iglesia de Saronno, Italia, considerada como la más antigua que presenta lo que ya se puede denominar, en el sentido moderno, un violín, publicada por primera vez en el contexto histórico sobre el origen de los violines por Boyden .

De la obra de los hermanos Hill (1963) presento un diagrama comparando dos mangos de violín, uno moderno y otro de alrededor de 1700, en vista lateral, parte estructural básica, indicadora de la época de construcción de estos instrumentos, como se verá más adelante.

El análisis de los violines se lleva a cabo comparándolos en dos vistas: la frontal y la lateral.

En la vista frontal nos enfocamos en este estudio únicamente en la silueta de la caja, principalmente la parte central.

En la vista lateral observaremos el ángulo del mango (la línea que separa el mango del diapasón) con respecto a la tapa.

Es importante recalcar que las características de los elementos estructurales en los instrumentos antes de 1700, no son absolutas y, mientras la fecha de fabricación del instrumento se aleje más hacia atrás, mayores serán las diferencias. Por ello, la longitud del diapasón, por ejemplo, sólo la podemos determinar con expresiones como “con su extremo inferior más cerca al mango” o “…más cerca de las puntas o esquinas superiores” o “… que rebasa las puntas o esquinas superiores”.

También es necesario mencionar que las formas de las partes estructurales, como la silueta de la caja armónica o caja de resonancia, en su vista frontal, tuvieron características diferentes desde el siglo XVI, según la escuela. Si bien la forma de la escuela italiana, al frente de la cual se encuentra la familia de los Amati, se aproxima desde temprano más a la caja del violín moderno, no es sino al final del siglo XVII que las formas de las distintas escuelas en Europa se acercan más a un formato morfológico que podemos considerar como típico de “la caja del violín moderno”. Esta caja de resonancia o también caja armónica será la base prácticamente inmutable del violín que, con una serie de cambios estructurales a lo largo del XVIII (barra armónica, mango, diapasón y puente), a partir del siglo XIX formará el instrumento que conocemos hoy como violín.

El analisis

El violín moderno, emanado desde el siglo XVI con Amati, presenta una tapa con proporciones de ancho (inferior mayor, central menor y superior mayor) muy cercanas a 5 : 3 : 4. El violín tarahumara está fuera de esta proporción: 9 : 5 : 8.3, el violín alemán, con proporciones de 5 : 2.5 : 4, se encuentra más cercano al moderno.

La parte central de la tapa, el angostamiento o la cintura, es un elemento importante para la identificación de su estado de desarrollo. Dos ejemplos:









En las imágenes superiores, el violín tarahumara a la izquierda, y a la derecha la imagen de una pintura alrededor del siglo XVII (Puebla), los instrumentos tienen la “cintura” más profunda, en proporción a la altura, que en las imágenes inferiores. Las “esquinas” o “puntas”, la intersección de las curvas superior e inferior con las curvas de la cintura, muestran una pequeña inversión de la curva más pronunciada en los violines inferiores que en el tarahumara y el de la iconografía, por lo cual, en los violines superiores, las esquinas terminan cercanamente a un ángulo recto, lo cual no sucede con los violines en las imágenes inferiores.

Violoncello, Nicolás Amati, Cremona, Italia

S. XVI (posterior a 1538)

(Diapasón moderno)

National Music Museum, Vermillion, SD





















Violín Stradivarius, Cremona, Italia, 1693

(Diapasón moderno)

National Music Museum

Vermillion, SD





Violín, Anónimo, Alemania

Antes de 1594

(Diapasón original)

Catedral de Freiberg












En la vista lateral, las similitudes de la posición del mango del violín alemán con los mangos de los instrumentos de la reproducción iconográfica de Ferrari (Boyden 1963), un violín, una viola y un violoncello y del violín tarahumara son contundentes. Añado un violín Piccolo de Girolamus Amati, 1613, por ser uno de los pocos ejemplares (al igual que el violín alemán aquí presente) con un mango original, pues a la enorme mayoría de los instrumentos de la familia del violín, sus mangos fueron cambiados, inclinándolos más hacia atrás, dentro de la inevitable tendencia a la modernización durante el Siglo XVIII, hasta llegar al XIX en que los mangos ya se elaboraron con las características de los instrumentos actuales (Ferrari S/F).


píccolo

Girolamo Amati

Cremona, Italia

1613

(Diapasón original)

National Music Museum

Vermillion, SD

Violín

Anónimo

Alemania

Antes de 1594

(Diapasón original)

Catedral de Freiberg

Violín

Tarahumara

México

Siglo XX

(Diapasón original)

Colección privada



Violín, viola y cello

Gaudenzo Ferrari

Cúpula de la Catedral

Saronno, Italia, 1535-36


El dibujo de los hermanos Hill ejemplifica la diferencia en la posición del mango sólo de fines del XVII al XIX, pues los mangos antes de la primera fecha fueron colocados prácticamente paralelos al flujo de la unión de la tapa con las costillas y para fines del XVII ya presentaban una ligera inclinación.





Diferencia de posición del mango: izquierda, moderno; derecha, fines siglo XVII


El proceso de la introducción de los instrumentos

De la historia de los rarámuris tengo poca información. Importante es que en Mesoamérica no se tiene evidencia de la existencia de instrumentos de cuerda antes de la llegada de los españoles. A su llegada, los peninsulares se dieron cuenta de las enormes capacidades de los indígenas para reproducir los instrumentos de los conquistadores y de ejecutarlos. Este hecho fue usado en lo que se ha denominado la “segunda conquista” (después de la militar) o la “conquista espiritual” (Ricard) de los indígenas, la conversión al cristianismo, mediante su participación en las misas. Con la finalidad de realizar las misas con el mayor esplendor posible (Ricard, 282) y atraer con ello a la grey indígena, se le instruyó a un selecto grupo en el copiado de la música, su lectura y canto, y también en la construcción de instrumentos musicales españoles y su ejecución, con tal de que aceptaran la religión cristiana, una práctica que resultó aparentemente muy efectiva, dada las costumbres prehispánicas, en las cuales el músico era considerado un ser divino, de rango superior en la jerarquía estatal.

Del “contacto” de los españoles con los rarámuris, la información que tengo es que fue, lo más temprano, a finales del siglo XVI. En 1603 llegó el primer misionero de la Compañía de Jesús, el padre Joan Font (Pintado, 8), aparentemente el primer contacto con la religión cristiana.

La historia de los violines.

No se tiene noción en Europa de instrumentos de cuerda excitados por vía de frotar con un arco, sino hasta el siglo IX. Su origen lo establece Bachmann (--), en un estudio exhaustivo, en el centro de Asia, “a más tardar” en esa época, de donde se diseminó hacia el oriente (China) y occidente (Bizancio), para de allí esparcirse a Persia. De allí, los musulmanes lo retoman, con el nombre de rabâb (Woodfield: --), para introducirlo posteriormente, después de acoplarlo a su idiosincrasia y con el nombre de rabel, en la península Ibérica, donde en un largo y complicado proceso fue aceptado y posteriormente transformado en diversos instrumentos, de los cuales surge posteriormente, probablemente ya en el siglo XV, el violín. Los europeos ya conocían, a más tardar en la cultura griega, los instrumentos de cuerda, la cual fue pulsada con los dedos o con un plectro. El hecho de poder frotar las cuerdas era una innovación. A partir del siglo XII, la iconografía nos muestra instrumentos de cuerda, denominados fídula, del que más tarde se desprende el término viola y su diminutivo violín, con ocho distintas formas de caja de resonancia (Andrés, 156), ejecutados indistintamente como instrumentos pulsados o como frotados.





Cinco de las ocho distintas formas desarrolladas en el Medievo tardío.







Estas formas se empiezan más tarde a simplificar y adecuar a la forma de ejecución y se estabilizan durante el siglo XV y XVI, dando lugar a cuatro tipos de instrumentos. Por un lado los pulsados, vihuela de seis órdenes y guitarra de cuatro órdenes, y por el otro los frotados, que se dividen en dos: en posición vertical las violas da gamba, directamente del râbab (Woodfield, ), y en posición horizontal la viola y finalmente su diminutivo violín. En este estado de estabilización de los instrumentos musicales, los españoles entran en el ámbito americano, conquistando la región e introduciendo no sólo objetos físicos, los instrumentos musicales, sino también conceptos abstractos o ideológicos, como la posibilidad de cambios estructurales y morfológicos en la construcción de los instrumentos musicales, tomando en cuenta sus limitaciones tanto físicas como acústicas. Esto posiblemente explica, en parte, la enorme diversidad de formas de instrumentos tradicionales del mismo tipo en nuestro país.

Si los instrumentos fueron introducidos para la misa, y con ello para la música académica, pues los indígenas fueron entrenados, bajo ciertas reglas de polifonía y armonía para acompañar la misa, de ahí lo “académico”, queda la pregunta ¿cómo fueron a dar los instrumentos en el ámbito “tradicional”, o sea étnico?

Comprendiendo los conquistadores las capacidades de los indígenas (por su formación prehispánica), y utilizándola para sus fines de dominio a través de la religión (Ricard, 193), se dio lugar a la enseñanza de la construcción de instrumentos por medio de los ministriles. Para mediados de los treintas del siglo XVI, los cronistas constatan que “los indígenas hacen tan bien los instrumentos musicales, y en tal cantidad, que no es menester importarlos más de España” (--). Los gremios de violeros en la Península protestan. Pero también protestan los eclesiásticos en la Nueva España, pues lo indígenas comienzan, con sus habilidades y las posibilidades proporcionadas por los mismos conquistadores, a introducir en la misa su propia música y sus danzas. Por lo tanto, apenas comenzada la segunda mitad del siglo, se comienza a prohibir el uso de los instrumentos en la misa (Ricard, 286), prohibición que posteriormente se tiene que reiterar y, ante el fracaso, reforzar por decreto real en 1564. El fracaso persiste. Los indígenas, ante esta nueva disposición, no se someten. Es a principios del siglo XVII que se introduce el órgano como instrumento para acompañar la misa, ejecutado por una sola persona, para con ello lograr el control. En una estadística, elaborada en la segunda mitad del siglo XX, se calcula que en la Nueva España se colocó durante los siglos XVI y XVII un órgano por semana para cubrir cada una de las iglesias existentes y las que surgieron en este lapso, aproximadamente 10,000 órganos en total.

Mientras tanto, los indígenas que lograron replegarse a lugares alejados de los centros urbanos (Ricard, 239) continuaron con sus ritos ancestrales. Tolerados por un lado, pero obligados, sin embargo, a demostrar su aceptación de la fe católica, camuflaron su religión con emblemas cristianos y españoles, creando el sincretismo que ahora conocemos. Conocedores de la tecnología en la construcción de instrumentos, usaron éstos en sus ritos, para después, con el surgimiento incontenible del mestizaje, transmitirlos a la música popular con transformaciones realizadas con el paso del tiempo. Dentro del rito ancestral, y de acuerdo a preceptos prehispánicos, los instrumentos adquirieron carácter divino y permanecieron (casi) inalterables a lo largo de los siglos desde el momento de su introducción hasta la actualidad.

Referencias bibliográficas:

Andrés, R. (1995). Diccionario de instrumentos musicales, de Píndaro a J. S. Bach. Barcelona: Bibliograf, S. A.

Bachmann, W. (1966). Die Anfänge des Streichinstrumentenspiels. Leipzig, Alemania: Breitkopf und Härtel VEB.

Boyden, D. (1965 / 1967). The history of violin playing, from its origins to 1761. GB: Oxford University Press.

Ferrari, P. (S/F). Violines barrocos, violines modernos y el órgano de Las Rosas en Morelia. Morelia.

Fontana, E. H. (2008). Wenn Engel musizieren, Musikinstrumente von 1594 im Freiberger Dom. Leipzig: Janos Stekovics.

Gruzinski, S. (1993). La colonización de lo imaginario, Sociedades indígenas y occidentalización en el México español. Siglos XVI-XVIII. México: Fondo de Cultura Económica.

Hill, W. (1963). Antonio stradivari, His Life and Work. Nueva York, EUA: Dover.

Pintado-Cortina, A. (2004). Tarahumaras. México, México: Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Ricard, R. (2004). La conquista espiritual de México. (Á. M. Garibay, Trad.) México: Fondo de Cultura Económica.

Turrent, L. (1996). La conquista musical de México. México: Fondo de Cultura Económica.

Woodfield, I. (1984). The early history of the viol. Cambridge, EUA: University of Cambridge.

LA MADERA

Tipos de madera usados en la construcción de instrumentos de cuerda frotada
• Picea excelsa
• Madera utilizada para la tapa, barra armónica y bloques.
• Nombre común: “Pinabete” o “Pinabeto”.
• Conífera que proviene principalmente de los Alpes.
Tipos de madera usados en la construcción de instrumentos de cuerda frotada

• Acer spp.
• Utilizada para el fondo, costillas, mango y puente. Se utilizan varias especies del género Acer.
• Nombre común: Arce o Maple.
• Las mejores provienen de los bosques de Bosnia.
• Estas especies, aunque existen en nuestro país, no tienen las mismas características físicas y mecánicas que las maderas europeas, por razones climatológicas.

Aspectos técnicos en el uso y la conservación del violín y violoncello

LA MADERA

Tipos de madera usados en la construcción de instrumentos de cuerda frotada
• Picea excelsa
• Madera utilizada para la tapa, barra armónica y bloques.
• Nombre común: “Pinabete” o “Pinabeto”.
• Conífera que proviene principalmente de los Alpes.

• Acer spp.
• Utilizada para el fondo, costillas, mango y puente. Se utilizan varias especies del género Acer.
• Nombre común: Arce o Maple.
• Las mejores provienen de los bosques de Bosnia.
• Estas especies, aunque existen en nuestro país, no tienen las mismas características físicas y mecánicas que las maderas europeas, por razones climatológicas.

PROPIEDADES FÍSICAS DE LA MADERA

Higroscopicidad es la capacidad de los materiales de absorber y expeler humedad.
Materiales higroscópicos son la madera y el cabello de caballo del arco.
Su reacción al medio ambiente:
Si el medio ambiente es húmedo, la madera o el cabello absorben humedad y se expanden.
Si el medio ambiente es seco, pierden humedad y encogen.
Anisotropía es la propiedad que presentan ciertos cuerpos, consistente en la dependencia de sus propiedades de la dirección que en ellos se considere.
La madera es un material anisótropo, por ello se consideran tres cortes con diferentes propiedades:

• Corte radial: las superficies con los anillos perpendiculares a la superficie de la madera.

• Corte tangencial: las superficies con los anillos paralelos a la superficie de la madera.

• Corte transversal: la superficie perpendicular al grano de la madera.

La madera se encoge y expande menos en sentido radial que en sentido tangencial.
Por ello, la mayor parte de las piezas tiene un corte radial.






















Disposición de los fondos en el tronco


• El tronco se corta o de preferencia se raja en segmentos para obtener las tapas o fondos del instrumento

















PREPARACIÓN DE LOS GAJOS PARA LA ELABORACIÓN DE LAS TAPAS
• Cada segmento es dividido en dos y unido por sus costados más anchos.


El proceso de unir dos piezas para obtener una tapa tiene como fin:
• Aprovechar troncos de menor diámetro.
• Lograr una simetría en la estructura de la tapa y el fondo, pues la disposición de los anillos y demás propiedades físicas de la madera se repiten en cada mitad.








PEGAMENTO

Cola

• El pegamento usado es cola de conejo, pez o ganado vacuno.
• La cola también es higroscópica. Con la humedad se ablanda y el instrumento se despega.
• Un ensamble bien hecho, con cola de buena calidad puede durar más de 200 años sin separarse, si se mantiene en buenas condiciones.


EL MOLDE





• El molde es la base para la elaboración de la caja armónica.
• Sobre el molde se elabora el costillaje.
• La silueta de la tapa depende del costillaje elaborado.







EL COSTILLAJE

Tallado de los bloques

• Sobre este molde se pegan seis bloques de madera.















• Estos tienen que ser tallados, para fijar sobre ellos los extremos de las costillas.











• El molde es extraído, después de pegar el costillaje al fondo del instrumento.





Doblado de las costillas
• Las costillas forman la pared que une a las tapas.


• Son elaboradas con tablas delgadas (de 1.5 – 1.7 mm) de arce, dobladas con calor y humedad y cada una pegada a dos de los bloques.

• Su altura es determinante para establecer el volumen de aire necesario para una buena sonoridad del instrumento.

Pegado de una costilla al bloque de la esquina inferior
• Las costillas deben ajustar bien al molde y bloques.
• De su contorno exterior se traza la silueta de las tapas.











Costillaje terminado








• Una vez pegadas las contrafajas, se rectifica el costillaje en el canto de contacto con las tapas, para después colocarlo sobre el fondo y la tapa y trazar sobre ellos su contorno.


TALLADO DE TAPAS

Tallado de la curva exterior
• Las tapas se cortan en su contorno
• Se talla su curvatura primero con gubias, luego con pequeños cepillos y finalmente con unas láminas de acero.


• Una vez terminada la superficie exterior con todos sus detalles, se talla el interior en el mismo orden, hasta dar los grosores que requiere cada pieza.






Tallado interior

• Al tallar en su interior, el fondo y la tapa se percuten para detectar su sonoridad y afinación. Los modos 1, 2 y 5 deben estar afinados en octavas.
• Es el proceso más difícil que no siempre se logra completamente. De este trabajo resultará la calidad de sonido del instrumento.















LAS EFES

Ubicación de las efes

• La tapa se balancea sobre la línea que forman las muescas internas de las efes.















Corte de las efes

• Las efes se cortan primero con segueta y posteriormente se da la forma definitiva con cuchillo.
• De la ubicación de las efes dependerá la posición del puente, el alma y la barra armónica.





















BARRA ARMÓNICA
















Corte y ajuste de la barra armónica

• La barra armónica es una pieza de picea, de 11 a 12 mm de grosor, que corre a lo largo de la tapa, junto a la efe, del lado de las cuerdas graves.













Características de la barra armónica

• Refuerza la tapa longitudinalmente, inhibe armónicos y refuerza las resonancias graves.
• Tiene el mismo grosor que el alma, su altura es el doble de su grosor y es 2/9 más corta que la tapa.
• Está cortada de acuerdo a la curvatura interna de la tapa.
• La curvatura de la barra debe ser más pronunciada que la de la tapa.
• Debe embonar perfectamente con la tapa, sin mucha presión.
• Después de pegada, su forma final debe cubrir las mismas condiciones de sonido y afinación que la tapa sin efes y sin barra.


CABEZA

• Producto del siglo XVI, la cabeza, espiral o caracol, en ocasiones tallada en forma de cabeza humana, es un adorno que corona al instrumento.
• Su tallado requiere de un trabajo sistemático. Su terminado es sello artístico del constructor.







Antonio Stradivari, Cabeza de una viola da Gamba soprano









Construcción de la cabeza



Vista en perfil de tres etapas en el proceso de corte de la cabeza y clavijero












Vista lateral de tres etapas en el proceso de corte de la cabeza y clavijero








MANGO

El encastre del mango a la caja

• El mango se fija en el bloque superior de la caja armónica.
• Todas las paredes del talón que se introducen en el bloque, deben coincidir perfectamente con las paredes de la caja que recibe el talón.
• El talón se pinta con gis para verificar la unión de las superficies de contacto en la caja.

Características que se deben cubrir al insertar el mango

• El mango debe quedar:
• Centrado con respecto al eje de simetría de la tapa
• Sobresalir 20 mm en el violoncello y entre 7-10 mm en violín sobre el borde de la tapa.
• La distancia del borde de la tapa a la cejilla superior debe medir 280 mm en el violoncello y 130 mm en el violín.
• La proyección del diapasón montado sobre el mango debe medir, de 77 a 80 mm en el violoncello y de 26-29 mm en el violín, en el lugar del puente.
• Todos estos factores se controlan a través del corte de la caja. Una vez pegado el mango, no se puede corregir su posición.














BARNIZ

Características que se debe cubrir el barniz

• Si bien todo barniz inhibe la sonoridad, se vuelve un mal necesario para proteger la madera, proporcionando a la vez belleza y personalidad al instrumento.
• Debe reunir ciertas propiedades físicas de dureza, flexibilidad, transparencia, adherencia y resistencia mecánica.
• Consiste de resinas y colorantes de origen vegetal y animal.
• Cada resina tiene diferentes propiedades.
• Ninguna resina por sí sola tiene todas las propiedades que requiere un instrumento.
• Por ello se prepara una mezcla de varias resinas que, en su conjunto, dan lugar al barniz con las propiedades que el instrumento requiere.

Sin embargo, cada barniz resulta diferente, p. ej. más blando o más duro, por lo que la limpieza debe ser realizada de acuerdo a la consistencia del barniz específico de cada instrumento.

Se recomienda al músico que la limpieza sólo la realice con un trapo de franela después de usar un instrumento. Limpieza más profunda sólo la debe realizar un profesional.


DIAPASÓN

Características del diapasón

• Diapasón y puente deben formar una unidad que faciliten al músico tocar el instrumento con la mayor agilidad posible.
• El diapasón tiene una curvatura transversal que está diseñada de acuerdo con la curvatura del puente.
• Longitudinalmente, debe tener una concavidad similar a la figura que forma la cuerda cuando vibra
• Esta forma permite que las cuerdas estén lo más cercanas al diapasón, proporcionando al músico la mayor comodidad posible para su ejecución.

.





Concavidad longitudinal del violoncello (y también del violín).













Forma transversal del diapasón de un violoncello.



















Huellas de uso en un diapasón de violín.







LAS CLAVIJAS

Características de las clavijas

• Las clavijas tienen un perno cónico, el cual debe estar perfectamente redondo.
• Están insertas en un orificio que penetra ambas paredes del clavijero.
• Estos orificios tienen que tener la misma conicidad que el perno de la clavija y ser también perfectamente redondos.
• Con el tiempo, debido a la diferencia de encogimiento de la madera (en sentido radial y tangencial), clavijas y orificios se vuelven ovalados.
• Por ello es necesario cambiar las clavijas periódicamente, después de rectificar los orificios del clavijero.


• A las clavijas se les unta una pasta especial que sirve de “lubricante abrasivo”, permitiendo que la clavija gire con facilidad y que permanezca en la posición requerida.

Clavijas en buen estado deben mostrar igual brillo alrededor y en ambos puntos del lugar en que están girando dentro del clavijero. Si es irregular, es preciso rectificar las perforaciones del clavijero y cambiar las clavijas por nuevas.







Posición NO correcta de las clavijas en el clavijero. La línea punteada de la cuerda toca clavijas intermedias. Al afinar las cuerdas de las clavijas intermedias, se desafina la cuerda de la clavija superior.











Posición correcta de las clavijas en el clavijero. La línea roja de la cuerda no toca ninguna clavija intermedia.








EL ALMA

Definición y características



• El alma es un perno de madera insertado entre la tapa y el fondo, paralelamente a las costillas.
• Apoya la tapa del lado de las cuerdas agudas.
• Por su posición y la tensión con la que esté inserto influye sustancialmente en la sonoridad del instrumento.
• Los extremos del alma que están en contacto con el fondo y la tapa, deben estar cortados de acuerdo a las respectivas curvaturas (del fondo y de la tapa), para que su contacto sea completo en toda su superficie.


Corte de los extremos del alma













Ubicación teórica del alma con respecto al puente



• El alma debe estar desplazada la mitad de su diámetro del puente hacia el cordal.
• La distancia del borde de la “efe” (del lado de las cuerdas agudas) al alma debe ser la misma distancia que la del borde de la “efe” (del lado de las cuerdas graves) a la barra armónica.




Ubicación final del alma

• El alma del violoncello se puede mover, en todos los sentidos, no más de 2 mm de esta posición, hasta encontrar el lugar que dé el mejor sonido al instrumento. En el violín 1 mm.

• El encogimiento de las tapas puede provocar que el alma tense demasiado la tapa y el fondo.
• Esta tensión puede tener repercusiones en el sonido.


EL PUENTE

Posición teórica



El puente debe quedar, con la superficie que da al cordal, perpendicular al borde de la tapa.









• El canto del puente de violoncello, sobre el cual se colocan las cuerdas, es redondo y tiene un grosor aproximado de 3 mm, en el violín 1.3 mm.
• El puente está colocado sobre la línea que une las muescas internas de las efes.
• La superficie del puente que da al cordal está desplazada de esta línea en dirección al cordal 1.3 mm en violín o 3 mm en violoncello, correspondientes al grosor del canto superior del puente sobre el que descansan las cuerdas.




• El puente debe estar centrado con respecto al diapasón y con respecto al canto interno de las efes. Si ambos no concuerdan, el mango está insertado fuera del eje de simetría del instrumento, o las efes no están ubicadas simétricamente con respecto a este eje.




Ajuste del puente





Para que la transmisión de la vibración de las cuerdas a la tapa sea efectiva, se requiere que la superficie de cada pata embone con la superficie (curva) de la tapa. Este trabajo se realiza con cuchillo.




Al tensar las cuerdas sobre el puente del violoncello, la presión tiende a abrir las patas del puente.


• Por ello, el puente del violoncelo tiene que ajustarse con un travesaño que abra las patas ("piernas") a la posición en que estarán con las cuerdas tensas. El puente del violín no requiere de esta tensión, puesto que sus "piernas" son muy cortas.












Deformación natural del puente

 El puente debe estar completamente recto del lado del cordal para garantizar la máxima transmisión de la energía de las cuerdas a la tapa.
 Las cuerdas tienden a extenderse con el tiempo.
 Al volver a afinar las cuerdas, éstas jalan ligeramente el puente hacia el diapasón.
 Por ello, el puente tiende a doblarse hacia el diapasón a medida que pasa el tiempo.
 Un puente doblado funciona como amortiguador y absorbe la energía que le proporcionan las cuerdas al vibrar.
 Por ello es necesario enderezar el puente periódicamente.

Cómo enderezar el puente
• Con el instrumento apoyando el botón o espiga en el abdomen, colocando los índices entre 1ª y 2ª y 3ª y 4ª cuerdas, los demás dedos debajo de las cuerdas y los pulgares sobre la superficie que da al cordal, el puente se jala hacia el cordal hasta enderezarlo.
• Las muescas donde descansan las cuerdas deben tener grafito (lápiz).















Protección del instrumento ante la humedad del medio ambiente

• La humedad que existe en el aire influye en la madera del instrumento y con ello también en su sonoridad y estabilidad.
El higrómetro
• El higrómetro mide la Humedad Relativa (HR) existente en el aire.
• Humedad Relativa es la cantidad de vapor que hay en un volumen determinado de aire a una determinada temperatura, comparado con la cantidad total de vapor que ese volumen de aire puede absorber a esa determinada temperatura.



• La humedad se mide en “Porcentaje de Humedad Relativa” (% HR)
• La Humedad Relativa para conservar un instrumento de cuerda es entre 40% y 60% HR.
• La Humedad Relativa ideal es 60% HR

Cuidado del instrumento ante la humedad
• Para proteger al instrumento, el usuario no lo debe exponer, en forma prolongada, a:
• Corrientes de aire
• Calores excesivos, como dentro de la cajuela de un coche bajo el sol.
• Rayos directos del sol.
• Humedad excesiva (mayor de 60% HR).